¤ 04/5/2014 ¤ larepublica.pe ¤ 0 comentarios
En el centro educativo Fernando Carbajal Segura
de Ate se ha puesto en práctica una estrategia del ministerio de
Educación para combatir el bullying. Con el apoyo de maestros, alumnos y
otros profesionales, las agresiones se van reduciendo: Jazmina
estaba en quinto grado de primaria cuando algunos de sus compañeros
comenzaron a burlarse de ella. "Verrugona", le
decían. Le habían salido
unos granitos en los dedos y por eso se convirtió en blanco de las
bromas.
Burlas que también tuvo que soportar Diego. En su caso, tenía nueve años cuando empezaron a ponerle apodos debido a su delgadez.
Xiomy también tenía nueve años cuando le tocó hacer vacaciones útiles en un colegio que no era el suyo, y el primer día de clases un muchachito le puso el pie cuando entraba al aula y se cayó. Todos se rieron de ella. "Era porque venía de un colegio estatal y esas clases eran en un colegio particular".
A esa pulsión por someter al otro, esa intimidación que culmina muchas veces en agresión, ese acoso sistemático de un chico a otro, de una adolescente a otra, es lo que conocemos como bullying.
Y no solo se hiere con golpes. Pasa lo mismo al pegar un papel que dice "soy bruja" o "patéame" en la espalda de una muchachita, o al poner sobrenombres a aquel que se atreve a resaltar porque es estudioso y responsable, o flaco, o gordo, o cholo, o tiene anteojos y nariz grande. Hay a quien le pegan hasta porque tiene zapatillas nuevas.
Jazmina, Diego y Xiomy tienen ahora quince años, están en quinto de secundaria en el Fernando Carbajal Segura de Ate, un centro educativo donde el bullying se ha proscrito.
"Aún hay chicos que juegan a empujarse o agarran a un desprevenido y le dan un golpe. Pero cada vez son menos", dice Xiomy.
Ella, Diego y Jazmina son parte de un grupo de estudiantes que –junto con sus profesores, tutores y otros profesionales– está trabajando en la erradicación de la violencia en su colegio, uno de los 150 que se han sumado –en 16 distritos de Lima– a la estrategia denominada Paz Escolar del Ministerio de Educación.
Y lo que les toca es estar atentos a cualquier tipo de expresión de violencia, dentro y fuera del aula, para detenerla si se puede, y si ya se dio, para dar cuenta de ella. No con el afán de acusar, sino para ayudar a que agresor y agredido se reconcilien y destierren esa antipatía irracional que los empujó a lastimarse.
'AGENTE' ENCUBIERTO
El patio central del colegio Carbajal está en medio de cuatro pabellones. A la hora del recreo, decenas de muchachos y muchachas corren, pasean y transitan por esa explanada. Algunos juegan entre ellos, otros se sientan en un rincón a conversar. Tratando de pasar desapercibido, el profesor Carlos Camarena cumple con su función extracurricular que consiste en estar ojo avizor para detectar juegos toscos u otro tipo de acometidas entre los estudiantes. "Esa es la labor preventiva, y si ocurre alguna pelea o un maltrato de un alumno a otro, inmediatamente intervenimos".
Y en esa intervención está el punto de inflexión.
Entonces se pone en marcha un equipo multidisciplinario conformado por tutores y profesores debidamente capacitados, quienes hacen un proceso de intervención inicial: se entrevistan con los estudiantes, indagan en las motivaciones del ataque y se busca una reparacin inmediata, que puede ser un apretón de manos o hasta abrazos entre los implicados.
Y también hay otra figura que hace su aparición: el psicólogo. Su labor consiste en mediar para restaurar la relación que se rompe por el ataque, y seguidamente identificar el origen de la violencia.
José Frank Coloma es psicólogo y trabajó en el colegio Carbajal el año pasado. En su experiencia, cuando se trata de señalar qué tienen en común agresor y agredido, hay muchas posibilidades de que los dos compartan una historia de violencia.
"El agresor es un chico o una chica que es o fue víctima de algún tipo de agresión física, verbal o psicológica, ya sea en el barrio, el colegio y, con mayor predominio, el hogar –dice el psicólogo–. En cuanto al agredido, ha sufrido también violencia, pero debido a la falta de autoestima o a su temperamento. En vez de responder a la violencia con violencia, lo hace con pasividad".
Además, Coloma identifica el trabajo con los padres como parte fundamental de la prevención, ya que son ellos de donde se copian los modelos de agresor y agredido.
Coloma dice que no se trata de que en cada colegio del país se ponga un psicólogo. "Nosotros hacemos orientación y consejería. El trabajo fundamental está en la institución educativa, y allí se deben resolver los casos". Y eso incluye también a los propios alumnos, muchas veces testigos de esas agresiones.
El encargo de Xiomy, Jazmina y Diego, es vigilar y avisar si en el colegio se producen actos de intimidación.
Diego dice que se siente impotente cuando ve que sus compañeros se golpean entre sí, por eso es importante ser parte de la solución.
"Esos chicos que son víctimas de bullying, seguro que después se lo harán a otros –dice Xiomy–. Por eso debemos participar".
CASTIGO ALTERNATIVO
En el colegio Carbajal las agresiones han disminuido notablemente desde que, en setiembre del año pasado, comenzó a implementarse la estrategia Paz Escolar.
El director del centro educativo, el profesor Silvio Celio Mateo, dice que de 40 agresiones detectadas durante el último trimestre del 2013, en lo que va del 2014, solo han ocurrido dos.
"La violencia entre los estudiantes siempre ha existido. Cuando ocurría, la dirección intervenía y la sanción era la separación temporal, y si se reincidía, expulsión definitiva. Pero eso ha cambiado".
Los correctivos ahora son reparadores: el alumno agresor hace trabajo comunal, como limpiar las áreas verdes o el patio del colegio, sin afectar sus horarios de clase. Pero lo más importante, se pone frente a frente a agresor y agredido para que se pidan perdón.
"La clave para combatir el bullying es el diálogo. Hay que impulsar la unión entre nosotros y si alguien siente ganas de agredir, decidirá no hacerlo porque somos amigos", dice Xiomy.
Jazmina señala los tableros de ajedrez que hay en un patio más pequeño del colegio, y dice que esa es la mejor forma de distraerse para no pensar en juegos toscos.
Una herramienta digital puesta también a disposición de los colegios que participan de Paz Escolar es la llamada SíseVe, una página web a través de la que se hacen denuncias anónimas de actos de violencia. Según los datos que maneja la oficina de la estrategia, se han recibido a través de este sistema, al 22 de abril, 803 denuncias. Lo que indica no sólo que funciona, sino que hay mucho por hacer.
César Bazán, responsable de Paz Escolar, dice que un apoyo importante a su estrategia es el de los medios de comunicación, ya que son los que hacer ver a los chicos que la solución al bullying la tienen ellos mismos.
"Cuando se difundió la miniserie 'Promoción', dirigida por Aldo Miyashiro y en la que se trata el tema del bullying, hicimos un estudio y descubrimos que del 13% de peruanos pasamos a ser el 16% los que ya conocían la web del SíseVe. Ese programa ayudó mucho en la difusión de la herramienta", dice Bazán.
Xiomy tiene muy presente el videoclip 'Eres Único', en el que participan Eva Ayllón, Juan Diego Flórez, Pelo Madueño. A ella no solo la conmovió, la obligó a tomar parte e involucrarse.
"Nosotros somos la solución al bullying", dice la quinceañera.
Y los resultados le empiezan a dar la razón.
Burlas que también tuvo que soportar Diego. En su caso, tenía nueve años cuando empezaron a ponerle apodos debido a su delgadez.
Xiomy también tenía nueve años cuando le tocó hacer vacaciones útiles en un colegio que no era el suyo, y el primer día de clases un muchachito le puso el pie cuando entraba al aula y se cayó. Todos se rieron de ella. "Era porque venía de un colegio estatal y esas clases eran en un colegio particular".
A esa pulsión por someter al otro, esa intimidación que culmina muchas veces en agresión, ese acoso sistemático de un chico a otro, de una adolescente a otra, es lo que conocemos como bullying.
Y no solo se hiere con golpes. Pasa lo mismo al pegar un papel que dice "soy bruja" o "patéame" en la espalda de una muchachita, o al poner sobrenombres a aquel que se atreve a resaltar porque es estudioso y responsable, o flaco, o gordo, o cholo, o tiene anteojos y nariz grande. Hay a quien le pegan hasta porque tiene zapatillas nuevas.
Jazmina, Diego y Xiomy tienen ahora quince años, están en quinto de secundaria en el Fernando Carbajal Segura de Ate, un centro educativo donde el bullying se ha proscrito.
"Aún hay chicos que juegan a empujarse o agarran a un desprevenido y le dan un golpe. Pero cada vez son menos", dice Xiomy.
Ella, Diego y Jazmina son parte de un grupo de estudiantes que –junto con sus profesores, tutores y otros profesionales– está trabajando en la erradicación de la violencia en su colegio, uno de los 150 que se han sumado –en 16 distritos de Lima– a la estrategia denominada Paz Escolar del Ministerio de Educación.
Y lo que les toca es estar atentos a cualquier tipo de expresión de violencia, dentro y fuera del aula, para detenerla si se puede, y si ya se dio, para dar cuenta de ella. No con el afán de acusar, sino para ayudar a que agresor y agredido se reconcilien y destierren esa antipatía irracional que los empujó a lastimarse.
'AGENTE' ENCUBIERTO
El patio central del colegio Carbajal está en medio de cuatro pabellones. A la hora del recreo, decenas de muchachos y muchachas corren, pasean y transitan por esa explanada. Algunos juegan entre ellos, otros se sientan en un rincón a conversar. Tratando de pasar desapercibido, el profesor Carlos Camarena cumple con su función extracurricular que consiste en estar ojo avizor para detectar juegos toscos u otro tipo de acometidas entre los estudiantes. "Esa es la labor preventiva, y si ocurre alguna pelea o un maltrato de un alumno a otro, inmediatamente intervenimos".
Y en esa intervención está el punto de inflexión.
Entonces se pone en marcha un equipo multidisciplinario conformado por tutores y profesores debidamente capacitados, quienes hacen un proceso de intervención inicial: se entrevistan con los estudiantes, indagan en las motivaciones del ataque y se busca una reparacin inmediata, que puede ser un apretón de manos o hasta abrazos entre los implicados.
Y también hay otra figura que hace su aparición: el psicólogo. Su labor consiste en mediar para restaurar la relación que se rompe por el ataque, y seguidamente identificar el origen de la violencia.
José Frank Coloma es psicólogo y trabajó en el colegio Carbajal el año pasado. En su experiencia, cuando se trata de señalar qué tienen en común agresor y agredido, hay muchas posibilidades de que los dos compartan una historia de violencia.
"El agresor es un chico o una chica que es o fue víctima de algún tipo de agresión física, verbal o psicológica, ya sea en el barrio, el colegio y, con mayor predominio, el hogar –dice el psicólogo–. En cuanto al agredido, ha sufrido también violencia, pero debido a la falta de autoestima o a su temperamento. En vez de responder a la violencia con violencia, lo hace con pasividad".
Además, Coloma identifica el trabajo con los padres como parte fundamental de la prevención, ya que son ellos de donde se copian los modelos de agresor y agredido.
Coloma dice que no se trata de que en cada colegio del país se ponga un psicólogo. "Nosotros hacemos orientación y consejería. El trabajo fundamental está en la institución educativa, y allí se deben resolver los casos". Y eso incluye también a los propios alumnos, muchas veces testigos de esas agresiones.
El encargo de Xiomy, Jazmina y Diego, es vigilar y avisar si en el colegio se producen actos de intimidación.
Diego dice que se siente impotente cuando ve que sus compañeros se golpean entre sí, por eso es importante ser parte de la solución.
"Esos chicos que son víctimas de bullying, seguro que después se lo harán a otros –dice Xiomy–. Por eso debemos participar".
CASTIGO ALTERNATIVO
En el colegio Carbajal las agresiones han disminuido notablemente desde que, en setiembre del año pasado, comenzó a implementarse la estrategia Paz Escolar.
El director del centro educativo, el profesor Silvio Celio Mateo, dice que de 40 agresiones detectadas durante el último trimestre del 2013, en lo que va del 2014, solo han ocurrido dos.
"La violencia entre los estudiantes siempre ha existido. Cuando ocurría, la dirección intervenía y la sanción era la separación temporal, y si se reincidía, expulsión definitiva. Pero eso ha cambiado".
Los correctivos ahora son reparadores: el alumno agresor hace trabajo comunal, como limpiar las áreas verdes o el patio del colegio, sin afectar sus horarios de clase. Pero lo más importante, se pone frente a frente a agresor y agredido para que se pidan perdón.
"La clave para combatir el bullying es el diálogo. Hay que impulsar la unión entre nosotros y si alguien siente ganas de agredir, decidirá no hacerlo porque somos amigos", dice Xiomy.
Jazmina señala los tableros de ajedrez que hay en un patio más pequeño del colegio, y dice que esa es la mejor forma de distraerse para no pensar en juegos toscos.
Una herramienta digital puesta también a disposición de los colegios que participan de Paz Escolar es la llamada SíseVe, una página web a través de la que se hacen denuncias anónimas de actos de violencia. Según los datos que maneja la oficina de la estrategia, se han recibido a través de este sistema, al 22 de abril, 803 denuncias. Lo que indica no sólo que funciona, sino que hay mucho por hacer.
César Bazán, responsable de Paz Escolar, dice que un apoyo importante a su estrategia es el de los medios de comunicación, ya que son los que hacer ver a los chicos que la solución al bullying la tienen ellos mismos.
"Cuando se difundió la miniserie 'Promoción', dirigida por Aldo Miyashiro y en la que se trata el tema del bullying, hicimos un estudio y descubrimos que del 13% de peruanos pasamos a ser el 16% los que ya conocían la web del SíseVe. Ese programa ayudó mucho en la difusión de la herramienta", dice Bazán.
Xiomy tiene muy presente el videoclip 'Eres Único', en el que participan Eva Ayllón, Juan Diego Flórez, Pelo Madueño. A ella no solo la conmovió, la obligó a tomar parte e involucrarse.
"Nosotros somos la solución al bullying", dice la quinceañera.
Y los resultados le empiezan a dar la razón.
Fuente de Información: educacionenred
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