lunes, 12 de enero de 2015

“Chespirito” siguió Ingeniería, pero tuvo alma de comunicador.

El Chavo del 8 llegó a la U

“Chespirito” siguió Ingeniería, pero tuvo alma de comunicador
Resultado de imagen para chavo del 8Este ícono del humor es reconocido en más de veinte países; sin embargo, pocos conocen la vida personal del desaparecido Roberto Gómez Bolaños. Estudió Ingeniería Mecánica en la universidad, su madre fue secretaria bilingüe y su padre, pintor. En poco tiempo robó y seguirá robando sonrisas porque siempre tuvo el perfil de un comunicador social.
“Prometamos despedirnos, sin decir adiós jamás, pues habremos de reunirnos muchas veces más”. En aquella ocasión el entrañable ‘Chavo del 8’ se despedía de la vecindad en Acapulco; años más tarde, esta melodía lo acompañaría en respectivos homenajes por su triste partida. Y es que Roberto Gómez Bolaños deja un cuantioso legado difícil de olvidar.
Nació el 21 de febrero de 1929 en Cancún (México), pocos saben que su llegada al mundo no fue fácil debido al complicado parto que tuvo la señora Elsa Bolaños, su madre.
La progenitora de ‘Chespirito’ quedó viuda siendo muy joven, desempeñaba su oficio de secretaria bilingüe para sustentar su hogar; sus tres hijos siempre la vieron como un modelo a seguir por su perseverancia.
Roberto tuvo pocos recuerdos de su padre, el señor Francisco Gómez, quien fue pintor, dibujante e ilustrador y murió víctima de un derrame cerebral cuando Gómez Bolaños tenía seis años.
Los tres hermanos compartieron aventuras, penas y alegrías. Francisco, Horacio y Roberto fueron muy unidos, tanto así que ‘Chespirito’ trabajó junto a Horacio (“Godines”) apenas llegó al mundo de la televisión.
ÉPOCA UNIVERSITARIA
Su sacrificada madre al quedar viuda a los 32 años, motivó a sus tres hijos a continuar estudios superiores en un futuro. ‘Chespirito’ apenas tuvo la oportunidad de presentarse a la universidad, lo hizo. Ingresó a la carrera profesional de Ingeniería Mecánica en la Universidad Nacional Autónoma de México; sin embargo, no llegó a graduarse por cosas del destino. Roberto tuvo como influencia a su tío, un ingeniero mecánico que le enseñó ciertos elementos de esta peculiar profesión.
ALMA DE COMUNICADOR
Roberto Gómez Bolaños siempre fue un soñador. Nadie puede dudar que “fue más ágil que una tortuga, más fuerte que un ratón, más noble que una lechuga, su escudo era un corazón”. ¿No les ha pasado que cuando inician una carrera universitaria, empiezan las dudas de si eligieron la profesión adecuada para ustedes? Esto ocurrió con el recordado Gómez Bolaños. Sin querer queriendo optó por Ingeniería Mecánica, pero tenía las cualidades de todo un comunicador social y eso se comprobó más adelante.
Para poder culminar sus estudios académicos decidió buscar trabajo. Un día vio en un anuncio de periódico que solicitaban un aprendiz de productor de radio y televisión. ¡Eso, eso, eso! en aquel entonces le venía bien al joven. A pesar de no saber escribir a máquina fue contratado por la agencia de publicidad D’Arcy como creador publicitario. Allí fue el comienzo de la carrera profesional que no imaginó iba a desarrollar con el tiempo: Comunicaciones.
Paulatinamente fue escalando y empezó a ayudar en los libretos de programas cómicos transmitidos en la radio, e incluso escribió jingles para campañas de Chiclets Adams. Roberto tenía mucha capacidad para escribir e imaginar cosas, personajes, etc. Gracias a su trabajo se hizo un nombre en la radio hasta llegar a la televisión. Esto le permitió convertirse en jefe de publicidad de Radio y Televisión S.A.
sabías que...
El director cinematográfico Agustín P. Delgado bautizó a Roberto como ‘Chespirito’ por la semejanza con William Shakespeare, que fonéticamente en español se pronuncia “Chekspir”, sumando el talento de Gómez Bolaños.
A lo largo de su carrera creó personajes como ‘El Chavo del 8’, ‘Chapulín Colorado’, ‘El Chómpiras’, ‘Doctor Chapatín’ y el menos popular ‘Vicente Chambón’, un torpe periodista.
Fuente de Información: LaRepublica

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